En los últimos días han circulado por la red unos videos en los que aparece algún personaje de una organización americana, parece que muy progresista, y que se denomina Plannet Parenthood. Esta organización es una de las mayores promotoras del aborto libre en Estados Unidos y en otros lugares del mundo. Y ¿qué hace esta gente en el video? Pues por lo que parece traficar con los órganos de los seres humanos que han abortado.

Si los videos son ciertos y no un montaje extraño, me surgen algunas preguntas y las traslado:

¿Por qué circulan de forma tan restringida estos videos por la red? ¿Hay alguien a quien no le interesa que se hable de esto? Sinceramente traslado a cualquiera de mis escasos lectores ¿qué dice esto del ser humano?, ¿de verdad esto convierte de manera automática en personajes más progresistas a quien participa de esto?, ¿quién está ganando pasta con este chanchullo macabro?

Los partidarios y defensores del aborto ¿qué opinan de esto? Si se aborta porque no hay todavía vida humana, ¿por qué se trafica con estos órganos? Si no es vida humana no deberían ser de utilidad a nadie, ¿no? o ¿sí? ¿En qué quedamos? ¿A esto se refieren algunas personas cuando gritan “aborto sagrado”? ¿Al negocio?, ¿es sagrado el negocio y la pasta que todo esto mueve?

A mí me parece que en todo esto hay un espectacular movimiento de dinero a costa de los más débiles, a costa de aquellos a los que poca gente defiende porque suena a retrógrado y poco progresista. Pues bien, sigo haciendo mía una afirmación que leí del partido SAIN “soy contrario al aborto porque soy de izquierdas”.

En fin, no me pregunten si soy creyente, católico y practicante y que por eso me hago estas preguntas. Lo soy. Y ¿qué? Tengo todo el derecho del mundo a preguntarme acerca de lo que se está haciendo con unos pequeñines que podrían ser pero a los que no se les deja. Tengo todo el derecho del mundo a preguntarme por qué hay personas que consideran a unos pequeñines más valiosos en trocitos que enteros. Tengo todo el derecho del mundo a decir que eso es una barbaridad.

Y sí, me quedo muy a gusto.