descargaLas recientes elecciones al parlamento europeo han deparado en el panorama político español un cierto terremoto electoral. Por un lado bajan de forma notable los votos a los partidos mayoritarios, crece enormemente la abstención y aumentan los votos en blanco y nulos. Por otro, se produce un incremento de votos para grupos hasta hora más minoritarios (UPyD, Ciudadanos por señalar a los dos más destacados); y el crecimiento de los votos de la izquierda extrema o extrema izquierda. En este sentido, es especialmente remarcable la aparición de un grupo nuevo llamado Podemos al frente del que se halla un conocido y televisivo profesor de Universidad.

Además de los efectos que esos resultados están teniendo en los partidos mayoritarios, casi todas las reflexiones se centran en la aparición de ese nuevo partido, la persona que lo lidera y su programa electoral lleno de esquemas y propuestas con un claro enfoque comunista.

Me llama la atención que la gente se lleve las manos a la cabeza con el programa, haga reflexiones acerca de las cosas que su líder haya dicho y se haga cruces con las propuestas que llevarán a la política nacional. ¿Qué esperaban? A alguien de la escuela liberal.

Asimismo, me sorprende la manera en que a este personaje le atacan y le critican muchos de los que antes le tenían en sus tertulias. Como es un tipo listo se dejó querer, aumentó el share de esas tertulias y proyectó más y mejor su imagen. Además, hay que reconocerle inteligencia y listeza, buena oratoria, lleva los papeles leídos y suele ser bastante respetuoso con el turno de los demás. Cuando consideró que ya era suficiente se centró en las tertulias con las que se identificaba más ideológicamente y a seguir haciendo propaganda. Lo ha hecho de manual.

Sospecho que cuanto más le ataquen y cuanta menos racionalidad se use en los ataques más se va a ver arropado por los suyos y es posible que por otros más. Mi opinión personal es que tiene demasiado ego (es inevitable pues ha subido muy rápido) y, además, tengo para mí que el tipo que realmente controla es un tal Monedero, que hábilmente se mantiene en la sombra.

Pero más allá de todo esto hay algo innegable. Este señor en primer lugar y, posteriormente, el movimiento Podemos se han centrado en los problemas reales de la gente: desempleo, nula perspectiva de encontrar trabajo, tener que marcharse de España, subsidios que se acaban, necesidades de alimento, problemas para poder estudiar por falta de becas, preferentes, vivienda, desahucios, hipotecas que ahogan, pymes cerradas, autónomos que no pueden más, etc. Para todos los que hayan conocido la pirámide de Maslow esto es fácil de entender.

Seguramente todas esas realidades admitirían en muchos casos matices pero eso es lo que está en la calle. Tengo la certeza absoluta de que en sus propuestas hay mucha demagogia y son conscientes de que mucho de lo que proponen es imposible.

No obstante, he de reconocerles que se han acercado a la realidad de la gente que lo pasa mal, a la realidad de personas que no se sienten representadas dentro del sistema y han acertado de pleno.

Quizás es de eso de lo que habría que aprender y dejar de lado la demonización de un personaje y de un movimiento. Porque la realidad es que detrás de ellos hay más de un millón de votos que están gritando cosas muy claras y sospecho que muchos de los que no le han votado opinan igual. Es posible que hasta yo opine de la misma manera aunque no le vote nunca. Podemos intentar matar al mensajero pero seguirá el mensaje.

Centrémonos en el mensaje y en quienes lo han lanzado como representados. Ese debiera ser el primer paso para encontrar soluciones a un modelo político y económico que está haciendo mucho daño a las personas y a la propia sociedad. Si todo lo focalizamos en el personaje y en las estrambóticas propuestas nos estaremos quedando cortos en nuestro análisis y muy cortos en las soluciones.

No será la primera vez que en este país, a la hora de afrontar problemas, solo vemos a los representantes y no a los representados que están detrás.

Termino. Cuando he tenido que enseñar cosas acerca del liderazgo aprendí pronto que cuando quiénes ejercen ese liderazgo o pretenden ejercerlo, se olvidan o no están atentos a los problemas de las personas a las que debieran servir, llega un momento en que los problemas explotan y aquellos miran a su alrededor preguntándose primero ¿qué ha pasado? y en segundo lugar ¿por qué?. A veces es tarde para encontrar soluciones.

Quizás en España no sea todavía tarde, pero no lo dejen para seguir mirándose el ombligo unos y lamiéndose las heridas otros. Debieran.