Que Madrid está sucio es algo que casi nadie podrá negar. Imagino, además que habrá lugares más sucios que otros. La suciedad de nuestra ciudad fue uno de los aspectos más criticados en la gestión de la anterior corporación municipal y fue una de las banderas de la nueva corporación cuando simplemente eran candidatos.
Desgraciadamente, para todos los ciudadanos de Madrid no están consiguiendo resultados diferentes y mejores que los que teníamos antes.
A mi juicio, uno de los problemas de la suciedad de Madrid no está en los medios (que son muy importantes) sino en los causantes de esa suciedad. Desde hace ya muchos años escuché que no era más limpio quien más limpiaba sino quien menos ensuciaba. Creo que es una gran verdad.
Madrid, es hoy una ciudad muy sucia porque hay un porcentaje muy elevado de ciudadanos que son sucios y maleducados. Personas que consideran que se pueden tirar las cosas al suelo, dejar la basura donde no se debe, dejarla fuera del contenedor, permitir que la mierda del perro se quede en el suelo, etc.
Y seguirá siendo una ciudad sucia mientras no se haga el esfuerzo por decirles a los ciudadanos que muchos de ellos son sucios y maleducados, que no saben vivir con otros, que no saben vivir adecuadamente en sociedad. Y además, un esfuerzo educativo desde la infancia. Pero para eso hay que tener cierto coraje político y social, y no tener miedo a perder votos. Creo que hay muy poco de lo primero y si, en cambio, abundancia de lo segundo.
En el barrio en el que yo vivo, la Asociación de Vecinos ha criticado con dureza a las empresas de limpieza. Nunca, en cambio, ha dicho ni pío sobre el comportamiento incívico y maleducado de muchos de los vecinos que viven en el mismo. Y deberían de hacerlo. Pero es más fácil buscar enemigos fuera.
Seguiremos escuchando ocurrencias tales como que los estudiantes universitarios limpien (eso quizás fuese interesante en los botellones que se hacen en los campus) y veremos mensajes más o menos crípticos en la publicidad de los autobuses acerca de los ceniceros y papeleras.
Créanme, la única manera es conseguir unos ciudadanos mayoritariamente limpios y educados. No hay otro camino. Cuando eso se consiga, posiblemente no haya que discutir sobre las plantillas y acerca del rendimiento de las empresas de limpieza. Ese, será entonces, el menor de nuestros problemas.
Por cierto, si deciden imprimir este texto, no lo tiren luego al suelo. Gracias.