El pasado día 18 de noviembre decidimos hacer la compra de tres productos en el establecimiento de IKEA ENSANCHE DE VALLECAS. Acordamos también que IKEA se responsabilizara del transporte de las mercancías a nuestro domicilio.
Pagadas las mercancías se nos comunicó que la entrega de las mismas se realizaría el día 28 de noviembre en la banda de horario de las 10.00 a las 14.00 horas. Ese día nos organizamos con nuestros respectivos trabajos para que pudiera haber alguien en casa. Pues bien, los transportistas nos hicieron entrega de dos de los artículos comprados. Del tercero nos dijeron que no tenían ni idea.
Hicimos la correspondiente reclamación telefónica y se nos comunicó que se abría una incidencia y que se pondrían en contacto con nosotros para proponer una nueva fecha de entrega.
El día 30 de noviembre, nos llama desde IKEA para acordar con nosotros una nueva fecha de entrega del artículo pendiente. Llegado ese día nadie apareció por nuestra casa y, por supuesto, nadie llamó para dar una explicación.
De nuevo llamada telefónica por nuestra parte: nueva incidencia, que si les pedimos disculpas (siguiendo fielmente el manual) que si estamos haciendo gestiones, que si esto y que si aquello pero nadie ha sido capaz de responder a una serie de preguntas que planteamos:
- El tercer artículo comprado y pagado ¿realmente existe?
- ¿Nos lo van a entregar en algún momento?
- Si nos lo van a entregar, ¿en qué plazo?
- Si no lo van a entregar, ¿qué van a hacer?
El pasado 20 de diciembre IKEA volvió a ponerse en contacto con nosotros para comunicarnos que con fecha 26 de diciembre nuestra compra estaría en nuestro domicilio en el horario de 10 a 14 horas. Nadie vino y nadie llamó para excusarse.
Ya hemos efectuado las reclamaciones oportunas antes los organismos públicos competentes.
A la vista de lo inútil de las incidencias abiertas, de las excusas de manual, de no darnos ninguna explicación razonable, de no aportar ninguna solución decidimos escribir al Director General de IKEA ESPAÑA, señor Tolga Öncü pensando que podría servir para algo. Créanme, ni han dado acuse de recibo de la carta enviada por mail.
Imagino que para IKEA todo esto no dejará de ser una incidencia más que se añadirá a alguna estadística interna que se diluirá en las cifras macro que la empresa presentará al final del ejercicio. Nadie hablará del problema generado a unos clientes por el mal funcionamiento de IKEA porque no somos cuantitativamente importantes, aunque cualitativamente cada cliente lo sea. En el fondo, para IKEA somos una mierda.
Lo único que puedo añadir es que hay una tremenda negligencia en la gestión, y una gran falta de educación en el trato al cliente.
Tengo la certeza de que a esta empresa le falta muy poquito para alcanzar la «excelencia». En cuanto a desvergüenza y falta de atención al cliente ya se han superado con creces.
Hay que joderse!!!, pero es lo que hay.
GRACIAS IKEA
A mi, salvo que me robaron la cartera en el IKEA de s.Sebastian de los Reyes(de lo que no culpo a esta empresa), no tengo gran cosa que denunciar. De todos modos lo mejor, que la mayoria hace, es llevarse los productos que compra por sus medios y en el momento, para ello hay muchos transportistas en la calle y puedo dar fé de que funcionan muy bien y hasta te montan todo, a pesar de que quizas, no nos guste su aspecto. Rompo una lanza por ellos. En cuanto a comprar algo que no me pueda llevar, nanay de nanay.
Pues no eres el único. Una compañera de trabajo esta vibiendor exactamente la misma experiencia, con el agravante de que al no servirle el pedido ni resolverle el problema, su hijo aun no ha podido mudarse a su nuevo apartamento.
Y aun sigue esperando.
Impresentables
Realmente tu caso es grave sin embargo no me sorprende. En la mayoría de grandes superficies el trato es nefasto. Hace tiempo que vengo dándole vueltas e incluso lo he hablado con familiares y amigos porque, casualmente, todos nos dedicamos a vender. Las conclusiones que sacamos todos son sencillas. Mientras que para el comprador el coste del producto puede suponer un porcentaje alto de su nómina (pensemos en la compra mensual de alimentos y productos para el hogar de una familia de cuatro miembros) para la gran superficie supone un porcentaje ridículo de su facturación. Además hay otros factores adicionales que favorecen a la gran superficie como podría ser la falta de tiempo, la concentración de diferentes ofertas en el mismo lugar, etc…
Otro aspecto que ha surgido a menudo es la falta de motivación del personal en estos establecimientos (aunque a veces encuentras maravillosas excepciones). Si consideramos los salarios que tienen, el resto de condiciones y el futuro (o la falta del mismo) que les espera, no sorprende la desidia con que algunos realizan su trabajo. No tengo conocimiento sobre si existen programas de motivación para estos trabajadores o planes de formación y/o carrera pero la sensación que se tiene desde fuera es que no.
En fin, seguro que hay muchas más razones que expliquen este fenómeno que nos encontramos a menudo pero lo que si podemos intentar hacer en la medida de lo posible es apoyar a las tiendas de nuestro barrio, pueblo, de km 0. Ellos dan casi siempre mejor servicio, por la cuenta que les trae.
Espero que encuentres una solución a tu problema y puedas empezar el año de una manera fenomenal y por supuesto que siga así.
feliz 2018.