Cuando salta a la luz el escándalo del software que, aparentemente, manipulaba la emisión de gases del motor de determinados vehículos, dependiendo de si el vehículo estaba en la carretera o en un taller/laboratorio de control, no pude evitar hacerme unas cuantas preguntas. Por cierto, ninguna de ellas tiene nada que ver, o eso creo, con la manida RSC de las empresas.

Mis preguntas son:

¿Cuántas personas trabajaron en crear ese sistema? A mí se me ocurre: el que lo idea, el que lo diseña, el que lo fabrica, el que lo instala, el que sabe que eso está en el interior, etc. No me salen una, ni dos, ni tres. Como diría el otro, a ojo de buen cubero, me salen unos cuantos.

¿Cuál es la razón que les llevó a colaborar, en un montaje así, de forma activa?

¿Cómo es posible que haya habido tantas personas que hayan mirado hacia otro lado?

¿Cuáles fueron las razones para guardar silencio?, ¿estatus dentro de la empresa y miedo a perderlo?, ¿miedo a perder el trabajo?, ¿a algunos les daba igual no estar siendo honrados y ser conscientes de que se estaba engañando a los clientes directos y a toda la sociedad?

¿Qué se ha aprendido e interiorizado en algunas organizaciones para que nadie diga la verdad?

¿Esta interiorizada la licitud de engañar y de mentir?

¿Qué tipo de ejemplaridad se transmite?

¿Ha sido más poderoso el grupo que el individuo?

¿Qué tipo de gestión de sí mismos realizaban estas personas para anteponer el silencio y/o la complicidad a la honradez, veracidad e integridad?

¿Siguen levantándose por la mañana y al mirarse al espejo no hacerse ninguna pregunta?

Imaginemos, querido lector, que fuésemos nosotros los que hubiéramos vivido esa situación y en ese entorno profesional.

¿Cómo habríamos actuado?, ¿cuál habría sido nuestro comportamiento?

El mundo moderno nos dice que son las preguntas las que nos hacen avanzar. Cierto. Pero en este caso, debieran ser las respuestas las que nos den algunas pistas de porqué ha pasado esto y cuál será el aprendizaje para evitarlo en el futuro.

Todo el mundo habla de la marca, yo me pregunto por las personas.